Hallan en el castro de Cella el horno donde se fabricó la mejor cerámica celtíbera

Fue usado entre los siglos VI y I a.C, hasta el final de la vida de la ciudadela

La pequeña comunidad celtíbera que habitó durante la Edad del Hierro y hasta época romana el castro de El Cerrito, situado en el municipio de Cella (Teruel), se caracterizó por una exquisita tradición cerámica. 

Los alfareros del poblado instauraron y desarrollaron durante siglos, transmitiéndolo entre generaciones, un audaz conocimiento tecnológico sobre cómo tornear, cocer y decorar las piezas. El taller alcanzó unos niveles de calidad únicos para la época, incluso llegando a imitar a la perfección registros materiales de otras culturas lejanas.

En la última campaña de excavaciones en el yacimiento, los investigadores del Instituto Monte Bernorio de Estudios de la Antigüedad del Cantábrico (IMBEAC) han hallado "en unas condiciones excepcionales" uno de los hornos donde se fabricaba la cerámica y que fue usado entre los siglos VI y I a.C, hasta el final de la vida del castro. Se trata de un descubrimiento "casi sin precedentes" en la Península Ibérica por el gran estado de conservación en el que se encuentra: la estructura ha salido a la luz con todas sus partes conservadas.

"Apenas existen construcciones de estas características debido a que suelen estar arrasadas por edificaciones de épocas posteriores y porque los materiales utilizados —principalmente bloques de adobe— suelen desaparecer por su naturaleza frágil", explica a este periódico Jesús F. Torres-Martínez, director de unos trabajos que están financiados por el Ayuntamiento de Cella. "Conocemos otros casos de hornos, pero no en tan buenas condiciones ni que haya un taller con tanta continuidad a lo largo de los siglos".

Los expertos han necesitado cinco años —cada campaña dura dos semanas por la escasa financiación con la que se cuenta— para excavar y asegurar el horno, erigido con ladrillos de arcilla cocidos que podían soportar los 1.000ºC que se alcanzaban en el interior y valiéndose de un desnivel del terreno. La estructura también constaba de una cámara de combustión y una cúpula de terracota cocida, que ha aparecido colapsada pero prácticamente completa. En el medio se habría situado la parrilla donde se colocaban las cerámicas.

A falta realizar análisis de radiocarbono a los ladrillos del horno para precisar su cronología, los arqueólogos han podido determinar hasta el momento que la estructura sufrió varias reparaciones durante su uso y que se enmarcaba en una zona de trabajo, en un taller que también contaba con edificaciones para tornear y almacenar la cerámica. En este sentido, barajan que tuvo que haber más hornos cercanos al estudiado y no descartan un hallazgo similar en las próximas prospecciones, dado que todavía queda una superficie importante del castro por excavar / LEER NOTICIA COMPLETA

.-

Comentarios

Entradas populares