Albarracín recupera el entorno paisajístico de la torre Blanca y Muralla
El objetivo preferente de este proyecto de paisaje es revertir un espacio marginal, como es una escombrera, en un área de especial valor paisajístico, en consonancia con el impactante ámbito medioambiental e histórico en el que está inserto.
Entre la muralla de Albarracín, gradualmente en
restauración, y la torre Blanca (tercer castillo de la ciudad), se constata un
paisaje calizo de primer orden, dominado por el profundo cortado en ballesta
del curso del río Guadalaviar. Este es
el paisaje dominante a restablecer.
Las primeras reformas de Albarracín, realizadas en
torno a mediados del siglo pasado, acabaron transformando el borde sur de la
ciudad en una gran escombrera, desvirtuando uno de los paisajes más singulares
de la ciudad. Es la ballesta cerrada del meandro encajado sobre el que sitúa
colgado el conjunto histórico de Albarracín, cuyos estratos rocosos aparecen
cubiertos de… m3, en forma de un gran talud, de pronunciadas pendientes y cuyo
borde inferior alcanza los… m lineales.
Sobre ese cúmulo de escombros se ha extendido el
cementerio de la localidad, así como sus caminos de acceso al recinto,
semiocultos por un burdo ajardinamiento de arizónicas, que apenas pudo pervivir
por la deficiencia del suelo sobre el que se situaban. También la Torre Blanca
acabó ocultando parcialmente el sustrato rocoso sobre el que se asentaba, por
nivelación de la plataforma de hormigón sobre la que se colocó la grúa para su
restauración, facilitando el acceso a la misma.
La restauración de la muralla que bordea el escarpe
del rio en este sector de acceso a la denominada “huerta vieja”, en el paseo
fluvial, exige, el adecuado acondicionamiento de su entorno, intentando
recuperar la naturalidad perdida. Es por este motivo que se encargó un proyecto
integral de intervención en la zona, con el que atender la conservación
preferente de esta muralla, pero también el saneamiento del entorno, en su
acceso desde el barrio alto de San Juan, ahora que ese perímetro defensivo ha
adquirido cierta entidad con su restauración.
El proyecto de renaturalización de este paisaje es
complejo. En síntesis, se trata de remodelar esta ingente acumulación de
escombro, retocando su perfil, y de mejorar la envolvente del mismo para
asegurar su replantación autóctona posterior. Para ello se ha desarrollado un
sistema lógico de economía circular, reaprovechando la tierra extraída, que al
mezclarse con el triturado vegetal y con algo de estiércol, resulta un suelo
idóneo para la plantación de la vegetación autóctona estimada, para su perfecto
enraizado y para contener el talud, sin impedir la extraordinaria visión del cortado
sobre el río Guadalaviar.
En concreto, además de matizar el perfil, creando
algunas vaguadas que faciliten la escorrentía, la vegetación a instalar es la
que podemos encontrar en su entorno rocoso, atendiendo a su microambiente
dominante. Son plantas de cualquier medio árido, de suelos pobres y poco
profundos, con portes variados que van desde dos de menor tamaño, tipo
aromáticas (romero, salvia, tomillo, cojín de monja, etc.), hasta los de porte
arbustivo (sabina rastrera, agracejos, aliagas, rosa silvestre, etc.) llegando
a los arbóreos como la sabina, la encina o los almendros. En el entorno de la
torre Blanca, se va a intentar recuperar la base rocosa sobre la que se asienta,
que, por su disposición, forma parte indiscutible del monumento.
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